jueves, 8 de noviembre de 2012

Descubrimiento del Estrés

El húngaro Hans Selye (1907-1982), concibió por mera casualidad la idea del Síndrome de Adaptación General (SAG), sobre el cual escribió por primera vez en el British Journal Nature en el verano de 1936. El SAG, también conocido como síndrome del estrés, es lo que Selye señaló como el proceso bajo el cual el cuerpo confronta -lo que desde un principio designó como: agente nocivo. El SAG es un proceso en el que el cuerpo pasa por tres etapas universales. Primero hay una “señal de alarma”, a partir de la cual el cuerpo se prepara para “la defensa o la huída”. No obstante, ningún organismo puede mantener esta condición de excitación, por ello existe la segunda etapa que permite al mismo, sobrevivir a la primera, en ésta se construye una resistencia. Finalmente, si la duración del estrés es suficientemente prolongada, el cuerpo entra a una tercera etapa que es de agotamiento; una forma de envejecimiento debida al deterioro del organismo por mantener constante el desgaste durante la resistencia.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Consejos

Salga con algo de tiempo extra. Hoy en día, estar atrasado es una de las razones principales de que la gente maneje rápido y una de las principales causas de un aumento de la presión sanguínea al conducir. Debido a que el tráfico, los accidentes automovilísticos, desvíos y otras cosas inesperadas pueden causar que un viaje tarde más de lo previsto, una de las mejores maneras de hacer que la conducción sea menos estresante es permitirse el suficiente tiempo para llegar a su destino.

Hacer del vehículo un santuario. Toda persona tiene ocasionalmente un mal día, pero es posible que la gente deje los negocios y preocupaciones personales detrás una vez que se pongan detrás del volante. La clave es crear un agradable y relajado ambiente. Por ejemplo, una unidad de masaje en los asientos pueden ayudar a aliviar los músculos adoloridos después de un día duro en la oficina o en el gimnasio. La música también ayuda a calmar los nervios destrozados después de un día difícil.


- Mantenga los niños ocupados. Niños aburridos e irritables no sólo aumentan los niveles de estrés durante la conducción, sino que también hacen que sea difícil para los adultos mantener sus ojos y atención en la carretera. Tener libros y juegos a mano puede mantener a los niños ocupados y permitir al conductor centrarse en la carretera.

- Ilumina el camino. Conducir de noche puede ser especialmente agotador y estresante. Tal vez por eso los accidentes automovilísticos son más propensos a ser fatales por la noche. Una buena iluminación le da a los conductores más tiempo para reaccionar a los obstáculos en el camino.

- Mantener refrigerios a la mano. El hambre puede hacer que muchas personas se vuelvan irritables. En lugar de conducir con una mala actitud, podrían mantener aperitivos a bordo.

- Evite los atascos de tráfico. Para disminuir las situaciones estresantes, evite salir a horas en que sabe que hay una gran cantidad de tráfico.

- No te pierdas. Obtener direcciones malas y perderse es enormemente estresante, pero es algo muy común. Tener un sistema de navegación a bordo hace que sea fácil evitar el estrés y encontrar prácticamente cualquier destino, y la mayoría de los sistemas ajusta inmediatamente las instrucciones en caso de desvío. Algunos también incluyen información sobre los "puntos de interés", que van desde la gasolinera o restaurantes familiares al campo de golf más cercano.

Estrés al Conducir

Los niños pueden ser una fuente importante de estrés en la carretera, con gritos de "¡Tengo hambre!" "¡Está en mi lado del asiento!" y "¿Ya llegamos?". Además parecería que a todo el mundo se le está acabando el tiempo últimamente, por lo que la gente a menudo anda con mucho apuro cuando se pone detrás del volante. Cuando se agrega a esto todas las tensiones normales conducir como el tráfico, malas direcciones, incluso el sol en tus ojos - la gente puede terminar convertida en un manojo de nervios para el tiempo en que lleguen a su destino.

¿Qué puedo hacer para disminuir la presión?

Cuando las exigencias de la competencia comiencen a afectarle, pruebe estas técnicas de relajación:

• Respiración profunda: Encuentre un lugar tranquilo para sentarse. Inhale lentamente por la nariz, llevando el aire hasta lo profundo de sus pulmones. Aguante la respiración durante unos 4 segundos y luego exhale lentamente. Repita el ejercicio cinco veces.
• Relajación muscular: Contraiga un grupo de músculos. Manténgalos tensos durante unos 4 segundos, luego suelte. Repita el ejercicio cinco veces, seleccionando diferentes grupos musculares.
• Visualización: Cierre los ojos e imagine un lugar tranquilo o un evento de su pasado. Recuerde las hermosas vistas y los sonidos felices. Imagine el estrés fluyendo lejos de su cuerpo. También puede visualizar el éxito. Las personas que asesoran a jugadores competitivos suelen recomendar que se imaginen de completando un pase, realizando un tiro, o marcando un gol, una y otra vez. Luego, el día del juego, recuerde las imágenes para ayudar a calmar los nervios y aumentar la confianza en sí mismo.
• La atención: Cuidado con los pensamientos negativos. Ya sea que esté preparándose para una competencia o haciendo frente a una derrota, repítase a sí mismo: "¡Aprendo de mis errores!" "¡Estoy en control de mis sentimientos!" "¡Yo puedo hacer este gol!"...


 

¿Cómo puede el estrés afectar el rendimiento deportivo?

El estrés es una sensación que se crea como reacción ante determinados acontecimientos. Es la manera del cuerpo de ponerse al nivel de un reto y prepararse para enfrentar una situación difícil de manera centrada, con fortaleza, resistencia y un estado de alerta elevado. Un poco de estrés o el tipo de estrés correcto puede ayudar a mantenerse con los pies en la tierra, listos responder a un desafío.

Los acontecimientos que provocan el estrés se llaman factores de estrés, y cubren toda una gama de situaciones - todo, desde un simple peligro a la intensidad de tener el tiro libre que podría ganar el juego. El estrés también puede ser una respuesta al cambio o la anticipación de algo que está a punto de suceder - bueno o malo. La gente puede sentir estrés sobre desafíos positivos, así como de los negativos.

La angustia es un mal tipo de estrés que surge cuando hay que adaptarse a demasiadas exigencias negativas. Supongamos que tuvo una pelea con un amigo cercano la noche anterior, ha olvidado su tarea esta mañana, y tiene que jugar en un partido de tenis de esta tarde. Intenta prepararse para el juego, pero no puede. Ha sido golpeado por una sobrecarga de estrés. La continua lucha contra un exceso de estrés puede agotar su energía y empuje.

Estres en el deporte

La mayoría de las personas juegan un deporte por el placer de divertirse con otras personas que comparten el mismo interés. Pero no siempre es diversión y juegos. Puede haber muchísima presión en los deportes. Una gran parte del tiempo se trata de la sensación de que un padre o un entrenador espera que se gane siempre.

Pero a veces esto también viene de adentro: algunos jugadores son muy duros consigo mismos. Y las situaciones individuales pueden sumarse al estrés: tal vez haya un reclutador del equipo nº 1 explorando a los jugadores desde los márgenes. Cualquiera sea la causa, la presión de ganar a veces puede estresarnos hasta el punto en que simplemente ya no sabemos cómo divertirnos


LO QUE LOS NIÑOS PUEDEN HACER PARA ALIVIAR EL ESTRÉS

  • Hablar de los problemas. Si no puede comunicarse con sus padres, intentarlo con alguien en quien pueda confiar.
  • Tratar de relajarse. Escuchar música suave. Darse un baño con agua tibia. Cerrar los ojos y respirar profundo y lento. Tomarse un tiempo para estar solo. Si tienen una actividad favorita o un hobby, darse tiempo para disfrutarlo.
  • Hacer ejercicio. La actividad física reduce el estrés.
  • Fijarse expectativas realistas. Esforzarse al máximo sin olvidar que nadie es perfecto.
  • Aprender a quererse y a respetarse a sí mismo. Respetar a los demás. Estar con personas que lo acepten y respeten.