jueves, 25 de octubre de 2012

¿De qué forma específica se enfrentan los organismos de las personas mayores al estrés?

Como bien sabemos, el envejecimiento se define de varias maneras y una de las definiciones es “la pérdida progresiva de la capacidad de enfrentarse al estrés”, esto concuerda con la percepción que tenemos de las personas ancianas como seres frágiles y vulnerables.
Concretando más, se puede decir que muchos aspectos del cuerpo y la mente de un organismo mayor funcionan bien siempre que no se le fuerce. Si un organismo anciano se ve sometido a situaciones estresantes, ya sean de tipo físico o psicológico, es muy posible que se desmorone antes que un organismo más joven o bien que su percepción de la sensación subjetiva de estrés sea mucho más intensa.
Resulta fundamental apuntar que en ausencia de cualquier tipo de estrés, los organismos mayores y jóvenes actúan prácticamente igual, sin embargo, sometidos a estrés, la actuación empeora en ambos grupos de edad, pero ocurre con mayor rapidez en los ancianos.
Al producirse una situación de emergencia, el cuerpo pone en marcha una respuesta de estrés inmediata, pero cuando cesa el agente estresante se debería desactivar dicha respuesta también de forma inmediata y parece ser que no sucede así en las personas mayores.
Los organismos más mayores no solo muestran déficits a la hora de desactivar la respuesta de estrés al finalizar este, sino que segregan más hormonas asociadas al estrés incluso en estado normal, no estresado. Los niveles de adrenalina y noradrenalina aumentan con la edad con el consiguiente coste fisiológico, entre otros, la elevación de la presión sanguínea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario